No es posible exonerar el IGV de ningún bien o servicio mientras se mantenga el sistema del crédito fiscal, mediante el cual se arrastra una compensación, que incrementa el precio de los bienes y servicios de primera necesidad.
Cuando los gobernantes dictan tal o cual ley, con el supuesto que están “exonerando” del impuesto general a las ventas a un producto o servicio, como por ejemplo los vegetales o los libros, es reflejo de su ignorancia, no me refiero a que sea malo ser ignorante, todos nacemos ignorantes y para ello estudiamos, leemos o contratamos profesionales para que nos orienten.
Es así que desde hace tiempo que se promulgan leyes que “exoneran” de ciertos impuestos a los productos de primera necesidad, sin realizar un verdadero análisis del tema, y todos aplauden y se mantienen ignorantes.
Hace más de diez años, presenté a diversas autoridades y candidatos a algún cargo público la propuesta sobre reducir el IGV y eliminar el Crédito Fiscal, pero obviamente a ninguno le importó leerla, a excepción del hoy congresista Dr. Jaime Delgado, que en el año 2003 me dio la oportunidad de explicarla durante una hora en su programa En Defensa del Consumir de la entonces CPN Radio.
Es que resulta imposible exonerar a algo del IGV, cuando no están adecuadamente planteadas las condiciones para aquel quien ya pagó parte de ella en la cadena de producción, deducirla y solicitar su devolución.
Un ejemplo genérico se presenta si deseo editar y publicar un poemario, la imprenta que lo realizará requiere comprar una serie de artículos básicos como papel, cartulinas, tintas de distintos colores que forman parte del producto final, pero también necesita impresoras, guillotinas, copiadoras, placas, grapadoras, filmadora, procesadores de película, equipos informáticos, plegadoras, troqueladoras, plastificadoras, entre otros; además de muebles para colocar las máquinas, escritorios, sillas, mostradores, registradoras; un local comercial que puede ser propio o alquilado, pagar los servicios básicos de luz, agua, teléfono, internet, seguridad, abogados, y un largísimo etcétera. Puede dejarse de lado pagos como arbitrios, sueldos y salarios, aportaciones sociales, y otros que no están grabados con el IGV.
Todos esos bienes y servicios al momento de adquirirse pagaron IGV y ahora cómo hace el empresario para identificar cuáles pagos de IGV no seran aplicados a la impresión del poemario. Igual puede ser en la fabricación de 500 uniformes escolares, llantas, focos, etc., la estructura es la misma.
Revisar el cuadro puede ser un poco complicado para alguien que no es Economista especializada en determinar costos de producción y de servicios, como yo, pero en resumen:
El costo de impresión sin aplicar el IGV sería de S/.1,316.00.
El costo de impresión aplicando el IGV sería de S/.1,482.32.
Aplicando la Utilidad e Impuesto a la Renta sin IGV suma S/.565.88, mientras con IGV S/.637.40.
Cuando se paga IGV el cálculo adicional en los pagos por Utilidades/Impuesto a la Renta es S/.71.52.
El costo Total sin aplicar el IGV asciende a S/.1,881.88.
El costo Total aplicando el IGV de S/.2,119.72.
El costo unitario de cada poemario sin IGV sería de S/.3.76.
El costo unitario de cada poemario incluido el IGV es de S/.5.03.
El pago por IGV realizado por el empresario sería de S/.281.05, porque puede tener crédito fiscal.
El costo adicional total tanto en IGV como por el cálculo de la Utilidad y el Impuesto a la Renta es de S/.352.57.
Resultados
1. Bajo esta metodología, al permitir que un producto no pague IGV, tendría un Costo Unitario o Precio de Venta de S/.3.76, mientras que con el actual sistema, así el producto esté exonerado del IGV es de S/.5.03.
2. En la actuales circunstancias, el empresario no tiene forma de dejar de cobrar el IGV que ya pagó, lo que haría sería colocar en su Factura que el producto se encuentra exonerado del IGV pero igual cobraría los S/.5.03, porque de alguna parte deberá recuperar lo ya pagado.
3. En algunos casos, reducen en un 5% del monto total de la factura, que corresponde al IGV sobre su utilidad que no depositará debido a que el producto o servicio aparentamente se encuentra exonerado.
Interrogantes
Para qué empresas y público insisten en la exoneración del Impuesto General a las Ventas de algunos bienes y servicios, si el importador, fabricante, comerciante, etc., no tienen de dónde deducir lo pagado.
De que vale que los libros y las verduras no paguen IGV, si todos los componentes del costo, sólo por citar el transporte, tanto las llantas, gasolina, vehículo, mantenimiento, soat, etc. deben pagar IGV sin necesidad de identificar cual mercadería transporten.
Cuando un empresario ya asumió el pago del IGV, y el producto está “exonerado”, significaría que el empresario asumirá ese gasto, porque no existe manera que le devuelva lo pagado, el cual debe venderlo sin IGV, y estoy segura que ningún empresario descuidará el resultado de su empresa, cuando sabe que igual nadie lo notará.
Si se desea que “exoneren” del IGV a las adquisiciones para protección, como un circuito cerrado de televisión para el hogar, cómo haría el empresario para identificar los pagos ya efectuados por derecho de importación, el transporte, la compañía seguros, alquileres, material de oficina, en fin, por todo por lo que ya pago IGV.
Recomendaciones
Creo que es el momento que alguno de los congresistas Economistas que actualmente se encuentran en el poder, pongan atención a esta alternativa.
Con esta propuesta, es factible identificar los productos fabricados para la población de menos recursos, bajo ciertos parámetros de precios y ubicación, como los uniformes y útiles escolares para los niños de las zonas más pobres de nuestra patria, por ejemplo exonerar del IGV a las zapatillas cuyo precio sea menor a S/.15.00.
Implementar la propuesta de Reducción del IGV y Suspensión del Crédito Fiscal para poder suspender el cobro dependiendo del artículo y el destino, condicionando que sea el consumidor final el obligado a abonarlo.
El tema es muy amplio, lo delicado es que no veo interés en aplicarlo, o es que realmente los que deciden son seres insensibles y no les importa.
Es mi opinión como Economista.