En el año 1990, mientras laboraba en el Banco de Reserva, me delegaron que prepare propuestas de personajes que serían inmortalizados en los billetes nacionales.
Mi primera decisión fue identificar a los literatos, aquellos cuyas obras históricas, cuentos, novelas, poemas, llenaron mi corazón de sabiduría, aunado con imágenes relacionadas con su lugar de nacimiento, obras principales, o el protagonista de una de sus historias.
Por esa razón estructuré una maravillosa lista de letrados, colocando en lugar preferente a una dama, nuestra Isabel “Chabuca” Granda, en el billete de la mayor denominación, pero no sería yo la que decidiera esa asignación.

Como ciudadana nacida en el distrito de Barranco, decidí que la imagen de doña Chabuca estuviera acompañado con la del Puente de los Suspiros, y la clásica vista del caballo de paso.
Por alguna razón se determinó que un aviador figure en la serie de menor denominación, sin embargo personajes ilustres como Porras, Valdelomar y Basadre, figurarían en los siguientes valores, con imágenes relacionadas con su entorno.



Grande fue mi sorpresa al ver que en la máxima denominación colocaran a un ser que nunca existió como tal, esa imagen no corresponde al personaje aludido, nada tiene que ver con la literatura ni las artes, supongo yo, que la razón fue porque los que la promocionan pertenecen a la única empresa que en nuestra nación tiene derecho a siete días feriados no laborables, ni la patria tiene tantos feriados, el poder de algunas empresas es poco creíble.

Ahora resulta que a pesar que los medios de pago son una manera de difundir la historia, por alguna razón las características de la imagen de los billetes peruanos han cambiado drásticamente, el rostro de los personajes han sido ampliados, han eliminado o minimizado el entorno del personaje, “engordándolos” de manera virtual, dejando de ser el personaje inicial.

Pareciera que corresponden a alguna obra relacionada con el “animé japonés”, y lo peor, sus anversos ya no guardan concordancia con su historia.
Cuanto desearía que los funcionarios del Banco Central de Reserva del Perú recapaciten, y coloquen a la dama de la poesía peruana María Isabel Granda y Larco en los billetes peruanos de mayor denominación.
- Falsificación del Numerario
El numerario emitido por la Banca Central debe ser un medio de pago confiable, sinónimo de garantía para el público usuario, pero al realizar cualquier clasificación manual se detectan un importante porcentaje de las piezas no reúne las características físicas para seguir circulando como medio de pago, en especial las monedas emitidas antes del año 1995, las cuales probablemente están siendo utilizadas en un promedio mayor al de la vida útil.
Medidas de seguridad durante el manipuleo. Ver enlace