Con recelo leo la propuesta de los congresistas de liberar los fondos de las AFP cuando el individuo cumpla 65 años de edad. Sería una de las pocas veces que los congresistas pensaran en el ciudadano, por eso es que yo veo otra razón. 

La propuesta será un beneficio sólo para los afiliados a las AFP, ignorando a casi tres millones de cotizantes a la ONP en similar situación.

La propuesta de ley no perjudicará en nada a las AFP, porque se estima que el 80% de las personas que se jubilan optan por trasladar sus fondos a alguna compañía de seguros.

Y de alguna manera éstas esperan ello, para desvincularse del todo de dichos fondos que no le proporcionaran ningún beneficio, el negocio es cobrar de manera mensual la comisión por administrarla, no para cuidarla.

La artimaña que veo en esa propuesta de ley, es que de una manera disimulada están enviando un mensaje para que los millones de ciudadanos afiliados a la ONP trasladen sus fondos a las AFP, por la simple razón que al cumplir los 65 años, podrían obtener sus fondos.

Con ese expectativa, las AFP tendrían al menos un millón de nuevos afiliados entre 30 y 40 años de edad, los cuales esperarán tener su 95.5% de aportaciones dentro de 25 años. Años que las AFP cobrarán comisiones.

Es una manera subrepticia de aumentar el número de afiliados, y de desalentar a los futuros nuevos afiliados, a inscribirse en la ONP, que nada devolverá.

Lo delicado es que esa ley pudiera aprobarse por un tiempo y luego, en cualquier momento, modificar sus condiciones o simplemente derogarla, manteniendo la prohibición de retornar a la ONP.